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Diana Nyad: Dos versiones

Diana Nyad: Dos versiones

 

La veterana atleta estadounidense Diana Nyad emprendió hoy a nado el recorrido entre Cuba y Estados Unidos, y prometió estar de vuelta en una semana para festejar la hazaña, que horas antes calificó de simbólica.

"En una semana regreso, este es el país que más quiero", expresó la deportista, instantes antes de lanzarse al mar en el Club Náutico Internacional de la Marina Hemingway, al oeste de esta capital.

A las 7:45 hora local, la nadadora nortemericana de largas distancias comenzó el braceo rumbo a las costas de Key West, en el estado norteamericano de La Florida, acompañada por cinco yates y un equipo asistente de 45 personas.

Nyad, llegó al punto del litoral en bata de baño, se excusó para en unos minutos vestir traje de natación y acto seguido, teniendo como espaldarazo una bandera cubana, se lanzó a los canales de La Marina Hemingway con la brújula hacia la cayería sur de La Florida.

La nadadora comenzó a nadar escoltada por dos kayaks, dotados de escudos eléctricos para ahuyentar a los tiburones que abundan en las aguas del Estrecho de la Florida.

"Amo a Cuba, y quisiera que mi intento sirviera para conectar a estos dos países", afirmó esta mañana Nyad en rueda de prensa en el Club Náutico Internacional de la Marina Hemingway.

La atleta, que hizo un intento fallido en 1978, consideró que el principal reto será la llamada corriente del Golfo, que tratará de arrastrarla hacia el este, además de las marejadas provocadas por los vientos, y los riesgos de hipotermia.

Durante la travesía, se detendrá cada 45 minutos y destinará unos 20 segundos para tomar agua y bebidas energizantes, mientras que cada una hora y media dejará de bracear por un par de minutos para ingerir alimentos o cambiar sus espejuelos.

A solas con sus pensamientos mientras nada, intentará, dijo, combatir la soledad tarareando canciones como la internacionalmente famosa Guantanamera, la única canción cubana que conoce.

La nadadora recorrió en 1979 las 102 millas náuticas que separan a la isla bahamesa de Bimini de la Florida, pero según explicó, atravesar el estrecho que separa a Cuba y Estados Unidos es harina de otro costal, debido a las fuertes corrientes marinas.

Quisiera ser la primera persona en poder cruzar a nado desde Cuba a Estados Unidos, expresó Nyad, en alusión a nadar a pecho descubierto, pues en 1997 la australiana Susie Maroney cubrió esa misma ruta, aunque bien protegida dentro de una jaula contra tiburones.

 

 

La aventura de cruzar el Estrecho de la Florida


Contra viento y marea, la famosa nadadora estadounidense Diana Nyad se lanzó al mar el domingo por la noche para iniciar su heroica hazaña de cruzar las tumultuosas aguas del Estrecho de la Florida en un peligroso itinerario de 60 horas con el que espera logar un récord mundial.

“Es un momento simbólico, de relaciones humanas. Unir nadando a los dos países es un sueño que se concreta después de 33 años y un primer intento fallido”, afirmó Nyad el domingo en una rueda de prensa en el Club Náutico de la Marina Hemingway, en La Habana, el punto de partida del recorrido que culminará en Cayo Hueso.

Nyad, que está a punto de cumplir 62 años, enfrentará peligros para romper su récord en mar abierto, que implantó en 1979 cuando nadó 102.5 millas entre Bimini y Cayo Hueso, casi la misma distancia, pero en condiciones menos peligrosas.

“Quiero romper esa marca, nadar unas 103 millas en unas 60 horas, según las corrientes”, precisó Nyad, exitosa deportista que ha definido esta proeza como su “Olimpiada personal”.

En la travesía tendrá el apoyo de 40 personas, entre ellas varios remeros y cuatro buzos que la protegerán de los tiburones. Además, tendrá que hacer frente a las fuertes corrientes, evitar la deshidratación, la hipotermia y la desorientación.

Nyad deberá detenerse para consumir entre 800 y 1,000 calorías por hora, e incluso así perderá unas 20 libras. Sus acompañantes le pasarán cucharadas de mantequilla de maní con miel, huevos duros, barras nutritivas y bebidas deportivas.

Si completa el trayecto, también pasará a la historia como la primera persona que cruza a nado el Estrecho de la Florida sin una jaula que la proteja de los tiburones. Miembros de su equipo llevan dispositivos en forma de varas que emiten ondas electromagnéticas para ahuyentar a los tiburones si se aproximan.

El intento ocurre 33 años después que Nyad intentó por primera vez nadar de Cuba a la Florida. En esa ocasión las fuertes corrientes la obligaron a salirse de la ruta, por lo que su entrenador y navegador le sugirieron que abandonara el esfuerzo tras 42 horas en el agua.

Ahora Nyad pesa más —alrededor de 145 libras— que cuando tenía 28 años, y nada más lento (2 millas por hora). Sin embargo, su brazada es más potente, dijo en una entrevista con The Miami Herald el año pasado.

“No tengo miedo’’, afirmó Nyad, comentarista radial de Los Angeles. “Sí, hay tiburones tigre, tiburones limón, y se sabe que se acercan, pero confío en la gente que me rodea. Todos son profesionales. Cuando estoy nadando no veo nada. La gente siempre me pregunta si veo los arrecifes o peces bonitos. No, no estoy haciendo snorkel. De hecho, me encanta nadar en la oscuridad de la noche. Me siento como un barco que avanza rápido en la noche”.

La nadadora afirmó que su proyecto deportivo no es una declaración política, pero tiene la esperanza de que pueda ayudar a fomentar el diálogo. Precisó que las autoridades cubanas hubieran preferido que nadara hacia la isla en vez de alejarse de ella, porque puede interpretarse como un símbolo de los cubanos que huyen. Sin embargo, explicó que se sólo se puede nadar en una dirección debido a las fuertes corrientes.

El domingo por la noche muchos admiradores de Nyad estaban pendientes de su partida a través de las redes sociales y la cadena de televisión CNN.

James Craven, gerente de ventas de un página de internet sobre tecnología de viajes, dijo que estaba muy interesado porque cree que pueda ayudar a levantar las restricciones de los viajes de los estadounidenses en Cuba. Además siente admiración por ella.

“Es increíble ver sus hombros y las excelentes condiciones físicas a su edad”, dijo Craven, de 58 años y de Miami Shores. “Espero que logre llegar a su destino”.



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