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verboardiente 2010

Lecturas de un desfile

Lecturas de un desfile

A la altura de medio siglo, la revista militar por el aniversario 50 de la gran victoria de Playa Girón demuestra que hoy existen las mismas condiciones subjetivas y objetivas para repeler cualquier agresión de igual tipo.

El planteamiento no se basa en la tecnología militar exhibida, sino en el material humano que la conduce y utiliza, en los sagrados principios que defiende y por el concepto de que la Revolución socialista es de los humildes, por los humildes y para los humildes.

Fidel no estaba físicamente en la Plaza, pero su ejemplo y sus enseñanzas sí, por lo que de haber una nueva agresión, independientemente de alto costo de víctimas, habrá muchos Fidel en cada antiaérea, cañón, vehículo de combate, tanque de guerra o lanzacohetes.

El problema no es de armamento, sino de justeza de la causa, el enemigo puede haber mejorado su potencial de fuego, pero los cubanos han fortalecido su  capacidad de patriotismo y resistencia.

En todo caso siempre prevalecerá el concepto martiano de que una idea justa, defendida desde el fondo de una nueva, puede más que cualquier ejército y que las trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

En el simbolismo del desfile está la probable realidad: la caballería mambisa, al igual que en el 68 y el 95; las formaciones de jóvenes cadetes y soldados, los milicianos, marineros y oficiales, que tienen el mismo tronco común de los días de Playa Girón: el pueblo uniformado.

Junto a Raúl, las direcciones del Partido y el Gobierno, estuvieron acompañadas por los veteranos de la Sierra, de Girón y la Crisis de Octubre, más la sabia renovada y el pensamiento colectivo  de los actuales delegados al VI Congreso del Partido y la esperanzadora presencia de los familiares de los cinco.

El Granma entre un mar de pañoletas azules volvió a navegar, los alfabetizadores entonaron su himno y el pueblo habanero inundó nuevamente la plaza.

Solo laceraba un recuerdo, los que no están. Aunque los que no están físicamente, estaban en los símbolos, como Almeida en su canción La Lupe. Fidel no faltó, Fidel siempre está: en cada niño, joven y soldado, en cada veterano y en cada oficial: el T-34 y el SAU 100 los tripulaba su ejemplo.

Ahora se acerca una nueva victoria: el VI Congreso partidista, continuación de la Revolución, momento de reflexión y punto de partida para nuevas estrategias.

La gran derrota imperial está vigente, con Cuba jamás podrán.

 

 

 

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