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verboardiente 2010

Ha muerto un justo

Ha muerto un justo

 

“En 2001 explotó Buenos Aires, recordemos la rebelión de Buenos Aires, y Néstor fue hijo de aquella rebelión, formado en el horno de la juventud que siguieron al gran Perón. ¡Cuántas veces hablé con Néstor sobre aquellas épocas!, cuando él, Cristina y muchos más acompañaron en sus últimos años al gran Perón. Néstor era líder estudiantil y fue uno de los que le correspondió viajar en el retorno de Perón, y me contaba cómo lo buscaron, cómo lo trajeron, su muerte, también repentina, aún con muchos más años acumulados. Me llevó un día al lugar donde murió el General Perón en la Residencia de Olivo.

Llegó Néstor en aquel año 2003. Año que marcó mucho el nuevo camino, el 2001-2002, la batalla se concentró en Caracas, en Venezuela (…) Recuerdo clarito “¿Néstor qué?”, preguntaba uno. “¿Néstor qué? ¿Cómo se pronuncia? ¿De dónde es? ¿Quién es?”. Y luego aquel 25 de mayo inolvidable, compartimos cuántas cosas con Néstor, conocí a Cristina, sus hijos y su pasión peronista, su pasión argentina y su pasión por Suramérica, y así comenzó una relación que se tornó, en lo humano profunda e intensa y en lo político de amplia gama estratégica. Logramos abrir el camino Caracas-Buenos Aires, abierto quedó y quedará y lo seguiremos ampliando y ensanchando.

¡El primer abrazo!

¡Cuántas cosas le llegan a uno a la memoria! Desde la primera vez que nos conocimos el día de posesión, el primer abrazo, la primera conversa con Fidel la misma noche. Yo le dejé un abrazo y el deseo inmenso de abrir relaciones,  pero todavía no me hacía grandes ilusiones porque de verdad era para nosotros un desconocido, una incógnita en cuanto al rumbo que iba a tomar el nuevo gobierno argentino.

A los pocos meses me llamó para plantearme: “Chávez necesito que me ayudes, aquí me quieren chantajear”. La burguesía argentina, sobre todo las transnacionales petroleras porque todo estaba en manos privadas. Menem privatizó todo en Argentina, acabó con el gran avance que le dieron los argentinos a esa gran patria durante todo el siglo XX. Y recuerdo una frase, cuando él me explicó por teléfono todo el plan que tenían las transnacionales para tratar de rendirlo, Argentina estaba quebrada, una deuda grandísima, casi sin reservas internacionales, la pobreza, el hambre crujía en la patria argentina, en la patria de San Martín. Comienzan a presionarlo y él me llama y me pide apoyo en el área energética.

No teníamos confianza en lo personal y recuerdo que le dije: “Mire presidente, Venezuela está también saliendo de la situación que recibimos, pero si pudiéramos mandarle una refinería flotante, se la mandaríamos”.

Vino Julio de Vido, el ministro de planificación, y empezamos el trabajo. A los pocos meses estaba él aquí (…) Recuerdo que le recomendé —porque no tenía Argentina una empresa petrolera con la cual Pdvsa hiciera convenio, todo era privado— le sugerí, respetuosamente, que creara de nuevo una empresa petrolera argentina y así lo hizo, y así nació Enarsa, Energía Argentina Sociedad Anónima, y por primera vez en la historia económica de Venezuela llegaba un barco cargado de petróleo venezolano al Río de La Plata.

 

La Batalla del Mar del Plata

Desde allá cuántos recuerdos, cuántas conversaciones, cuántas reflexiones,  y siempre me decía Néstor: “Mirá che, lo que a ti te hacen allá es lo mismito que le hicieron a Perón, te parecés a Perón”.

Recuerdo a Néstor gigante, aquel hombre se agigantó ante nosotros en Mar del Plata. Yo recuerdo una frase que le dijo en pleno debate, en la batalla, porque eso fue una batalla, la batalla de Mar del Plata. Néstor el anfitrión, Lula, Tabaré  y yo, prácticamente contra la mayoría, y Bush ahí en persona y queriendo imponer el ALCA, y recuerdo que Néstor me llamó a una esquina y me dijo: “Mirá che, cuando yo necesite que tú tomes la palabra –era un líder muy hábil y astuto con un gran instinto de la oportunidad- tú que hablas tanto, cuando yo necesite que tú hables y hables y hables y hables para desgastar a esta gente, te doy la palabra”. Y así lo hizo, sin yo haber pedido la palabra: “Tiene la palabra el presidente Chávez”. Y empezaba yo a darle y darle y darle, para ir desgastando al adversario, hasta que Bush se paró y se fue.

Hay un momento en que Néstor le dice a Bush, que junto al canadiense y el mexicano proponían que se hiciera una votación para conformar, bajo presión, una comisión para crear el Área de Libre Comercio de las Américas, cosa que nunca se había hecho en esas cumbres, pues se logra el consenso o no hay documento y ellos eran mayoría. Y Néstor le dice: “Aquí no vengan  a patotearnos, no vamos a aceptar que nos patoteen”.

Esa cumbre terminó con la derrota del imperio y además sirvió para fortalecer nuestra relación humana, política con ese grupo que fue surgiendo. Aún no estaba Evo de presidente, ni Correa, aún no estaba consolidado el nuevo mapa suramericano, era una batalla en minoría, pero con que fuerza moral y con razón histórica además.

 

Un gran secretario

Se nos ha ido un baluarte, cuando tenía todavía mucho que dar, mucho que aportar. Hay que recordar que de todas esas andanzas políticas y todos esos avances de esta década (…) Un 31 de diciembre pasó aquí; 2007 cuando intentábamos contribuir al rescate de algunos hermanos y hermanas de Colombia secuestrados en las montaña. No dudó Néstor en venirse y salió el 31 rumbo a Villavicencio, y a pesar de que la operación fue frustrada, allá estuvo.

Luego, las tensiones extremas con el anterior gobierno de Colombia (…) Y allá estuvo en Santa Marta, en la reunión con el nuevo presidente de Colombia, compartiendo aquel día extraordinario con una gran sabiduría, una gran paciencia,  interviniendo en momentos álgidos del encuentro entre Santos y yo; estuvo todas esas horas y me dijo: “No me voy de aquí hasta que terminemos de arreglar esto y que ustedes retomen el camino y se respeten mutuamente”.

La chaqueta y la carta

Recuerdo que me pidió la chaqueta tricolor que cargaba (en Santa Marta) para su hijo Máximo, la cual dejó y yo se la envíe dos días más tarde con una carta donde le agradezco por todas sus gestiones, por la paz, por la integración, por Unasur y le digo lo siguiente: “Una gran certeza compartida se está abriendo paso en nuestro tiempo histórico Néstor. Llegó la hora de la Unasur, la gran arquitectónica suramericana está probando su solidez política y su fortaleza ética como luminoso instrumento de nuestros pueblos. Más allá de las coincidencias y las diferencias entre los gobiernos está la necesidad impostergable de realizar la unión efectiva de la América del Sur y desde Unasur, tan trascendente meta se está haciendo cada vez más alcanzable”.

Más adelante le recuerdo con una cita del gran escritor y poeta argentino, Julio Cortazar: “Por mi parte, desde mi gran ignorancia de tantas cosas que ya no tendré tiempo de aprender, sigo un camino donde mis libros y mi persona son y quieren ser una sola voluntad tendida hacia un futuro más justo y más bello para todos mis hermanos de América Latina y el mundo”.

Uno pudiera parafrasear a Cortazar y decir, Néstor Kirchner fue eso, una sola voluntad tendida hacia otro futuro, hacia otro mundo mejor y hacia la unidad de América Latina; fue un gran defensor de la patria Argentina, de la integración suramericana, un gran sanmartineano, un gran peronista.

Los locos

Yo recuerdo que en Santa Marta, Cristina nos llama y nos dice: “Mirá Che con esa chompa (chaqueta), no te da calor ahí en Santa Marta. Eso debe ser caluroso; tú con esa chompa y el otro (Néstor) con esa corbata azul, parecen dos locos”, así me dijo.

Por lo que yo en la carta me despido diciéndole: “Allí te envío la chaqueta tricolor de Santa Marta, esa que junto a tu corbata bonaerense, llevó en la distancia a nuestra querida Cristina a darse cuenta de una gran verdad, “parecen dos locos”, dijo. Sólo que ella también es otra loca, sí, somos los locos que se atrevieron Néstor. ¡Cómo los quiero compañero! Ah, la chaqueta es para Máximo, lo sé, Máximo no seas loco”.

Los locos que nos atrevimos, eso fue Néstor, como la canción brasileña “Locos por ti América”, o como decía la gran Manuela Sáenz en sus diarios finales, en Paita, “Ah Simón, yo era mucho más que una mujer, era una loca por la libertad”. Así fue Néstor, fue un hombre, pero más que un hombre, un loco por la libertad, un luchador, un inventor, un guía, un líder, un gran amigo, un gran ser humano.

 

¡Nos hará falta Néstor!

Vamos a recordarlo todos quienes lo conocimos, partidarios y adversarios, pero sobre todo nosotros quienes lo conocimos y batallamos junto a él por levantar la gran patria suramericana, lo recordaremos, y los pueblos lo recordarán como uno de los grandes pilares en esta nueva hora de América, en nuestra América.

La marcha física de Néstor se lleva uno de los pilares sólidos, que todavía tenía que seguir aportando solidez, mucha fuerza a la integración, a la unión de Suramérica, no sólo de Argentina, para no volver nunca atrás, a ser la colonia que fuimos del imperio norteamericano. Nos hará falta Néstor, lo recordaremos como un gran resucitador de patria, forjador de patrias nuevas, sin duda, no exagero para nada, un gran hombre de este tiempo, un gran líder de este tiempo, digno heredero de San Martín, Bolívar, Perón, así será recordado para siempre, el gran Néstor Kirchner.

Fue un gran defensor de la paz y de la paz verdadera, de la paz de los pueblos de la justicia social (…) Y cómo luchó Néstor por su pueblo, por darle paz a su pueblo, y cómo lo sacó de la situación de profunda miseria, de quiebra, cómo sacó Néstor la economía argentina, la sociedad argentina y la colocó en un nuevo piso, la lanzó, la relanzó con una fuerza incomparable, un esfuerzo físico, intelectual, espiritual, gigantesco.

Los venezolanos tendremos que recordarlo como un gran defensor de la Revolución Bolivariana. Nunca se dejó Néstor chantajear, nunca fue de esos dirigentes que dan un paso para allá y un paso para acá (…) En las buenas y en las malas, en los mejores y en los peores momentos, en todos los espacios, en todos los tiempos y en todos los lugares tuvimos en Néstor Kirchner un gran defensor del pueblo venezolano, del proceso de liberación de la patria venezolana, un hombre que comprendió desde el primer momento lo que aquí ocurría, siempre lo entendió, siempre lo comprendió.

Ya hemos anunciado tres días de duelo nacional, creo que deben repicar las campanas en Venezuela y en toda la América Latina y en todos los lugares donde se lucha por un mundo de iguales, por un mundo de paz. Ha muerto un justo, ha muerto un patriota, un gran patriota.

 

Hugo Chávez en contacto telefónico con Telesur. 27 de octubre de 2010.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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