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verboardiente 2010

Denunciar: una forma de cortar el ala a los halcones

Denunciar: una forma de cortar el ala a los halcones La denuncia constante es una forma de cortar el ala a los halcones norteamericanos de la guerra, que anidan en el Pentágono, y como Fidel Castro los conoce por más de medio siglo estudiándolos, ahora con sus análisis no solo alerta a los países en riesgo, sino al resto del mundo.
Los Estados Unidos de América, acostumbrados a las acciones supuestamente relámpago, tienen en Fidel una piedra en el zapato, porque hace públicos datos y valoraciones que ellos no quisieran mostrar.
Después de un largo período de ausencia de la televisión y las actividades públicas, el líder cubano reaparece para continuar con sus análisis anti guerreristas, los que ha enfocado siempre en dos grandes direcciones: salvar a la humanidad y al planeta Tierra.
El enfoque de salvar a la humanidad Fidel lo ha llevado en los últimos años desde el ámbito medioambiental, económico, social y ahora militar. Nadie como él ha estudiado a los norteamericanos, su espíritu belicoso, expansionista y hegemonista.
El hecho de dirigir a la Revolución cubana, privando a los norteamericanos de su viejo y anhelado sueño de destruirla, lo ha dotado de un olfato especial para adivinar los planes del poderoso imperio.
Fidel no solo conjetura, sino que muestra los datos y las fuentes que le permiten los enjundiosos estudios y sus pronósticos de posibles guerras en nuevos frentes.
Su presencia en la Mesa Redonda de la TV cubana fue para continuar su ciclo de Reflexiones, como llama a su abordaje periodístico de importantes temas, dedicados a los escenarios de las dos Corea y de Irán.
El primer caso una víctima de los norteamericanos con data de mediados de la primera mitad del sigo pasado, que en contubernio con otras potencias, convirtió a Corea en una zona beligerante con dos grandes sectores, el sur y el norte.
En el caso de Irán, se vale de su punta de lanza, los israelíes para un probable zarpazo. El gran problema que caracteriza a los conflictos de hoy, es que hay posibilidades del uso de armas atómicas.
Los coreanos del norte no están dispuestos a aceptar chantaje del sur, incluso quienes prefirieron sacrificar a sus marinos en el barco Cheonan, un método de autoagresión que utilizan mucho los norteamericanos, con el propòsito de tener el pretexto necesario, pero que primeramente los avale el Consejo de Seguridad de la ONU.
En el caso de Irán han creado un arsenal flotante en los mares adyacentes, pero cuidado: los Guardianes de la Revolución no se arrodillaran a rezar ante la presencia enemiga: es un país con un millón de hombres sobre la armas, con poderío aéreo y mucho valor.
Los miles de millones que estados Unidos vienen gastando en el presupuesto militar en los últimos años tiene propósitos no revelados, porque a pesar de la gran crisis, ellos no retroceden ni un ápice en las inversiones para matar.
El número de objetivas estratégicas y no estratégicas, más la producción de armas convencionales de forma desenfrenada no tiene otro objetivo que no sea dominar al mundo, aunque tengan que destruirlo. Son como los niños que prefieren romper un juguete antes de devolverlo a su dueño.
Los analistas de la CIA y otras agencias, especializados en temas de Salud, deben estar muy preocupados de ver a Fidel nuevamente en la televisión, porque rompió todos sus pronósticos de un cercano fin del viejo y combativo líder. Pero bien, Fidel no renuncia a la lucha, sigue en pie ante el principal enemigo: sus armas, las ideas; sus balas, los análisis, las profundas disertaciones y sus conclusiones sobre escabrosos temas.

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