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verboardiente 2010

Diálogo con héroes: el otro Gerardo

Diálogo con héroes: el otro Gerardo

El miércoles 30 de marzo puso a prueba la fortaleza del corazón de Collera o Gerardo, un hombre que las lides pediátricas lo dotaron de una sensibilidad especial para la comunicación, que le permite hacer el más profundo análisis político social, interpretar el pensamiento enemigo o como expresara en tono jocoso, "cuanta nostalgia sentía por el hospital Pepe Portilla", aunque evitaba esa palabrita, para que la gente no creyera que se estaba poniendo flojito. Vino al mundo, el ocho de enero de 1944, en Pinar del Río, pero el viejo diferendo Estados Unidos-Cuba lo puso en una senda diferente a la medicina y empezó a ser un pinareño distinto, aunque padece de extraordinario amor por el terruño. La Seguridad del Estado necesitó de sus servicios y no dudó en dar el sí el 11 de noviembre de 1975. Él estaba seguro de que tenía por delante un enorme compromiso: lo comprendió mejor cuando cumplió misión internacionalista en Angola y en la medida en que fue recibiendo responsabilidades sociales y profesionales y desandando el mundo. Ahora, que la tarea está cumplida, abre el baúl de sus recuerdos y muestra a los jóvenes cómo se puede ser consecuente en cualquier trinchera y narra los difíciles momentos en su formación como agente, urgida de cualidades y habilidades para que el enemigo no te detecte. A la repetitiva pregunta de cómo lograba salir airoso, siempre tiene como respuesta a flor de labios: "Si estás armado de convicciones, nadie te puede destruir; eso te permite ser creíble". Esta vez en el Pediátrico no estaba solo ni acorralado, estaba entre amigos, asistido por Robin, el otro agente que convivió en el monstruo. En el conversatorio emergieron recuerdos extraordinarios y uno de los que hizo saltar lágrimas, fue cuando Collera dijo que en su época "había una compañera, ejemplo para todos nosotros, que a pesar de lo exigente y disciplinada que era, nos daba su apoyo incondicional, me facilitaba mucho el trabajo y quiero pedir permiso para que ella ocupe un lugar en este estrado, es la compañera Ana de la Flor Santalla". Rememoró su vida en la terapia, al decir de él, un servicio cerrado que lleva a conocer hasta lo más íntimo de los compañeros, Sarita, Celso Machín, Méndez, Eddy González, Juan de la Fuente, aunque repetía que no debía mencionar nombres, porque se podía olvidar de algunos y a la vez insistía en la compenetración con el personal de enfermería Yusimí, Martín, Roberto, Enrique, Alva Adela, ya que éramos como una familia, a la que añadió a las pantristas y las empleadas de servicio. De manera especial recordó a los doctores fallecidos Severino Puente y Contreras. La importancia de la misión del agente Gerardo, su comportamiento entre el enemigo y las vías que le posibilitaron desarrollar el trabajo de inteligencia son hechos harto conocidos por la divulgación ofrecida en la televisión cubana y los medios de prensa, pero seguro usted se preguntará ¿los héroes estarán hechos de algún material especial? Por supuesto que no, y tanto él como Robin, lo recalcaron en los intercambios en el Pediátrico, en el hospital III Congreso que tuvo un sabor especial, porque participaron pacientes y vecinos de la comunidad, la escuela de Medicina, y en el Instituto Politécnico de Informática. Y si lo dicho no fuera suficiente para demostrar la humildad y sencillez de nuestros héroes, permítanme confesarles que muchas lágrimas se vertieron, cuando Robin -probado en los más difíciles momentos- perdió las palabras y las lágrimas bañaron su rostro, al querer conocer una estudiante sobre el emotivo reencuentro con su padre, un revolucionario de reconocida ejecutoria.

La importancia de llamarse Gerardo

No sé si por azar Gerardo Hernández lleva ese nombre; lo que sí sé es que el doctor José Manuel Collera Vento lo eligió intencionalmente, cuando después de 30 años de denominarse Duarte en los Órganos de la Seguridad, le sugirieron -por razones operativas- cambiar de nombre.

Eso es un permanente homenaje al héroe preso y es probable que nunca fuera tentado por la curiosidad de buscar su significado. Por eso, cuando lo conozcan, comprenderán mejor cómo fue posible que ambos hayan tenido la ecuanimidad y el valor de enfrentar al enemigo en su propio patio y dentro de sus filas.

Gerardo es de origen germánico, está compuesto por los vocablos "geir" que significa lanza y "hard", equivalente a duro. Y simbólicamente en la edad media lo interpretaban como "guerrero poderoso con la lanza" o también como "varón audaz".

A saltos por la vida de un héroe

Los héroes cubanos no reciben remuneración material, no la necesitan, se alimentan del solidario intercambio con el pueblo y están hechos de la mejor materia prima, sin prejuicios ni alardes, a la medida de las necesidades y con el oído presto al llamado de la Patria.

El doctor Collera se educó en las Escuelas Pías, en la Academia Valella, fue estudiante del Instituto Prieto y más tarde del Hermanos Saíz; estuvo entre los fundadores de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y de la Unión de Jóvenes Comunistas, pero también cuando ingresó en la Universidad de La Habana en 1964, se sumó a las filas de las Milicias Revolucionarias Universitarias.

En 1970 se tituló de médico y realizó su servicio de Médico Rural en Candelaria y San Cristóbal; en 1973 ingresó como residente de Pediatría en el hospital Pepe Portilla, donde se tituló de la especialidad en 1975. Fue presidente del Comité de Actividades Científicas y Secretario de la Sociedad Cubana de Pediatría y obtuvo categoría científica en la FCM Ernesto Che Guevara.

Ellos lo ven así

Doctor Jesús Lazo Cabrera, director del Hospital Pediátrico Provincial Docente de Pinar del Río: "el doctor Manuel Collera Vento, un trabajador nuestro por más de 25 años, como médico intensivista y especializado en Cardiología, se caracterizó por su entrega total a los niños".

Doctor René Hernández, director fundador del Pediátrico Pepe Portilla. "El doctor Collera fue el primero que hizo cardiología pediátrica aquí, que hacía falta; es una gente inteligente, trabajó mucho, atendía muy bien a sus pacientes. Juegó un rol junto a unos cuantos, en una época en que los médicos escaseaban y los enfermos eran muchos; aunque como director, armábamos tremendas broncas".

Doctor Javier Maqueira Carbó, secretario general del Sindicato Provincial de la Salud: "Su experiencia para los jóvenes es un enorme compromiso, es el profesor que durante muchos años dedicó lo mejor de sus conocimientos a la docencia; hoy nos enseña también con su magisterio la política ideológica de la Revolución en un sector donde el 60 por ciento somos jóvenes".

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